Un alto porcentaje de los jóvenes que abandonan la universidad o se cambian de programa, lo hacen porque no realizaron un proceso adecuado en la elección de su carrera. Es por eso que estos consejos serán de provecho para aquellos estudiantes que están a punto de dar este importante paso.
La elección de la profesión es una de las decisiones de mayor trascendencia en la vida de una persona, no obstante algunos jóvenes no se toman tan en serio este asunto o se basan en pensamientos erróneos que finalmente los llevan a abandonar las aulas o a trasladarse de carrera. Con relación a ello, la psicóloga Claudia Reyes, una de las autoras del libro “¿Des-orientados?”, asegura que la raíz del problema es que muchos jóvenes están decidiendo solos, basados en el desconocimiento y en ideas preconcebidas. “Escogen la carrera por el estatus, la plata, porque es `cool´, porque fue sugerida por terceros o a causa de la presión familiar”, explica en ElTiempo.com.
Vale aclarar que no hay nada de malo en hacer un alto en el camino para hallar lo que verdaderamente genera pasión, pues nada más agradable y satisfactorio que trabajar en lo que se disfruta, pero si se puede acertar en el primer chance, mucho mejor; se evitan frustraciones, pérdida de dinero y tiempo.
Para tomar esta importante decisión, hay que evitar algunos errores:
1. No conocerse a sí mismo
Antes de definir el futuro profesional, es preciso conocerse a fondo para tener claridad de las debilidades, fortalezas, gustos, expectativas, como también lo que definitivamente no es del agrado personal. Los test de orientación vocacional pueden ayudar a lograr este objetivo.
2. No considerar las habilidades que requiere cada carrera
Ciertas profesiones requieren de un perfil determinado que usualmente no es tomado en cuenta por los estudiantes a la hora de hacer su elección. “Al tomar opciones fuera de sus capacidades, los estudiantes ingresan a programas de moda o que creen que les agradan, pero que no calzan con su perfil. Es óptimo que busquen una plataforma de formación que calce con su capacidad”, manifiesta la sicóloga Paz Vial en el diario La Tercera.
Así pues el conocimiento propio servirá para armonizar los intereses con las aptitudes y de esta manera ubicarse en un escenario real.
3. Pensar que la carrera es sólo la actividad profesional
La elección equivocada de la carrera desencadenará en un profesional que se revela continuamente contra su destino o que se resigna ante él. Esto influenciará en su felicidad proyectando así frustración e inconformidad. En definitiva, la profesión no determina únicamente el campo de acción laboral, es mucho más que eso, es un proyecto de vida que abarca diversos aspectos de la persona y trasciende en ella.
4. Elegir sin suficiente información
Para tomar una decisión, cualquiera que sea, es necesario informarse primero. Hay que investigar directamente en las fuentes: visitar las universidades, conocer los profesores, los estudiantes y conversar con los futuros colegas. Los estudiantes deben conocer el pensum de las carreras que les atraen, así como las posibilidades de aplicación y la proyección. Es la única forma de apartarse de los rumores e ideas que desenfocan la realidad de las mismas. Hay que tener en cuenta que, aunque van a sobrar las opiniones y consejos, éstos deben ayudar a formar el propio criterio.
5. No tomarse el tiempo para elegir
Determinar algo tan serio de un día para otro, es poco sensato. Esta es una decisión que debe comenzar a procesarse uno o dos años antes de culminar la educación escolar e ir madurando las opciones a medida que pasan los días, para finalmente dar el veredicto final. Como ejercicio, el estudiante puede pensar en las asignaturas que mayor pasión le generan y en las que mejores resultados obtuvo; las que concuerden en ambos grupos pueden ser pistas para inclinarse hacia uno u otro lado.
Claro está que si el joven, al culminar su etapa escolar no tiene clara su elección, vale la pena tomarse un semestre y analizarlo con detenimiento, de tal forma que la elección sea la correcta desde un principio. En ese periodo podrá perfeccionar un idioma, tomar cursos, entre otros.
6. Elegir la carrera por presiones externas
Escoger una carrera por seguir con una tradición familiar, por los deseos de los padres, o por otro tipo de presiones; es de entrada, un paso en falso. El estudiante es el único protagonista de esta historia, la decisión debe partir de su convicción.