Más que adiestrar a los animales, César Millán, el famoso ‘Encantador de perros’, educa a las personas. Por eso, una de las frases emblema de su programa de televisiónes: “Rehabilito perros, adiestro personas”.
Lo mismo deja claro en las primeras páginas de su último libro, Las reglas de César Millán, donde asegura que todo lo que hacen los propietarios -incluso las cosas de las que a veces no son conscientes- influye en el comportamiento del perro.
Este mexicano que desde pequeño ha analizado a los perros y en el 2004 empezó a presentar el programa de televisión Dog Whisperer, describe en un capítulo ‘Las normas de César para enseñar a un perro y educar a una persona’, de las que presentamos un resumen.
1. Autoridad y calma
La energía serena y autoritaria es la clave para relacionarse con un perro problemático. Para proyectarle estas energías, el amo debe ser consciente de cómo se siente. El perro lo observa siempre y advierte hasta el cambio más sutil en su expresión y huele cada alteración en la química de su cuerpo.
2. Sea consciente de cómo es usted
Un perro siempre aprende de las acciones y reacciones de sus propietarios. Sea usted mismo cuando está con su perro, sobre todo si trata de influir en su conducta. No intente imitar a otros, aprenda de las teorías y de los profesionales, pero sea usted mismo al momento de poner en práctica las lecciones.
3. El refuerzo positivo, en usted
La clave de los refuerzos positivos radica en el estado de ánimo de quien los da. Siempre sea positivo, confiado, sereno y autoritario. El auténtico refuerzo no consiste solo en premiar con comida. También se trata de tener el estado de ánimo apropiado (positivo y sin prejuicios). Solo se debe tocar el perro cuando él esté sereno y receptivo, y reforzar su estado positivo con el de usted.
4. Empiece por la unión
El proceso tiene tres pasos. El primero toma de 4 a 7 días y es conocer bien al perro: exponerlo a diferentes situaciones, lugares, personas, etc., y ver cómo reacciona. El segundo es desarrollar la relación: seleccione todo lo que le gusta y elimine lo que no. Este toma 2 semanas. Y el tercero, construir confianza, al enfrentarse a esos problemas o cosas que no le gustan al animal.
5. Mejor si es joven
Un adiestramiento desde que el perro es cachorro es de gran ayuda para que sea sociable con las personas y con otros perros, permanezca relajado, confiado y bien educado. Un cachorro puede aprender órdenes y cabriolas incluso con 8 semanas de vida. Además, si un perro es acariciado por sus dueños en esta etapa, desarrollará mejor las habilidades para relacionarse.
6. Un perro mayor
Aunque el ideal es tener un perro desde que es cachorro, uno mayor también puede aprender. Por lo general, ellos tienen hábitos adquiridos y determinadas asociaciones, pero si se comprende cómo aprenden los perros, es posible modificar y mejorar su conducta.
7. El aprendizaje no es una carrera
No todos los perros tienen la misma capacidad para aprender. Algunos van rápido y otros, muy despacio, según lo que se les esté enseñando. Nunca compare a su mascota con otra de la misma edad, aunque sean de la misma camada. Lo mejor es que pase tiempo con ella e identifique cómo aprende y evoluciona.
8. Tenga en cuenta la raza
Aunque todas las razas pertenecen a la misma especie, Canis familiaris, la ingeniería genética del ser humano también ha creado a cada perro para un fin específico. Cada raza está diseñada para desempeñar diferentes tareas.
9. Éxito pequeño y recompensa
El cerebro de un perro siempre se cansa antes que su cuerpo. Para que el aprendizaje tenga bases sólidas es mejor trabajar paso a paso, aumentando poco a poco, con sesiones cortas y suaves.
10. Sea constante
Esta es la clave para que el perro aprenda. Una vez haya elegido la técnica y la forma más adecuadas para educar a su mascota, lo mejor es ceñirse a esa estrategia hasta que dé resultados.
Fuente: ElTiempo.com