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Las empresas familiares afrontan muchos retos, que a veces impiden su normal desenvolvimiento. Son muchas, sin embargo, las que son exitosas y permanecen en el mercado superando las dificultades que puede causar la relación de socios cuando se tiene un vínculo familiar.
Principales conflictos de la empresa familiar
El tamaño, complejidad, u objeto de la empresa no viene al caso, tanto en las empresas grandes como en las pequeñas donde gobiernan varios miembros de familia se presentan los mismos retos; veamos algunas dificultades que deben aprenderse a manejar en este tipo de empresa:
Dificultad para separar los negocios y la familia. No es fácil tratar a un hermano, hijo, primo, sobrino, etc. como un empleado igual a cualquier otro, pues siempre existirá un lazo muy fuerte que no podrá ser ignorado. Por eso un llamado de atención puede afectar más de lo normal, debido a que es alguien muy cercano quien está reclamando alguna mejora específica.
El dinero, tema candente. Es otra dificultad que se suele presentar y es quizá la más lamentable de todas. Es penoso, triste, desalentador, ver cómo las familias se desbaratan por unos pesos que no enriquecen sino que empobrecen, pues de nada sirven cuando no hay con quién disfrutarlos.
Individualismo vs colectivismo. En una familia como en todo grupo de personas que coexisten en el mismo espacio, deben haber valores y principios intocables que protejan las sanas relaciones. Una empresa de familia entra en caos cuando alguien quiere sobresalir y pisotear al otro, cuando se buscan los intereses individuales y no los grupales, o cuando se gobierna traicionando a los demás socios por buscar un beneficio propio.
Falta de consenso y comunicación. La mayoría de percances se podrían evitar si existiera una buena comunicación y aplicado a la empresa familiar sí que cobra validez. Las decisiones más importantes deben ser al menos informadas a los demás miembros de familia y valdría la pena que también dieran su opinión.
Llevar los problemas de la empresa al hogar. El Día de la madre o el cumpleaños de algún familiar puede terminar en una tragedia cuando se tocan los temas empresariales que causan conflicto entre la familia. Ambos espacios deben ser respetados, por tanto, la armonía de las tertulias familiares no debe verse afectada por motivos de trabajo.
Formas de evitar conflictos
Si la empresa es de una cierta entidad, conviene buscar la ayuda de un profesional que ayude a estructurar y manejar las relaciones familia-negocio: establecer el Consejo de Familia, el Protocolo Familiar y otros instrumentos que servirán para anticiparse a las dificultades que pudieran presentarse.
De una forma u otra convendrá tener en cuenta algunos puntos:
Claridad desde un principio: una vez se conforme la empresa deberán quedar claras ciertas normas y formas de proceder ante dificultades cotidianas, se deberá construir algo así como un manual de convivencia. Este manuscrito evitará muchos problemas en el futuro y deberá participar en su elaboración todos los miembros de la familia que se convertirán en socios.
Establecer espacios de comunicación: hacer reuniones periódicas (ojalá quincenales) en donde se le informe al grupo familiar cómo va la empresa y entre todos establezcan las mejoras, cambios y soluciones a implementar. Estos encuentros deben ser contemplados dentro del espacio laboral y dejar acta escrita de cada uno.
Valores y principios: aunque surjan dificultades, los valores y principios no permiten que el ser humano pierda su norte y también impide que éste atente contra la integridad propia y la de otros. Desde que los valores sean los protagonistas de la persona, las relaciones sociales y en este caso socio/familiares, no se verán afectadas.
Planificación, orden y profesionalismo: son tres elementos claves para evitar enfrentamientos entre socios. Muchas veces la raíz de los problemas es la falta de organización, de ahí la importancia que cobra el profesionalismo, pues se suele pensar que por estar trabajando con la familia, todo debe ser coloquial e improvisado.
Finalmente, una empresa familiar tiene todas las posibilidades de alcanzar el éxito, si sus socios/familiares construyen una relación sana basada en los valores.