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Los primeros días de vida son tan maravillosos como caóticos, pues es un momento de adaptación tanto de los padres como del bebé. Es por esta razón que hay que ser prudentes con las visitas y evitar fatigar a la familia.
Tres especialistas en el tema, explican qué hacer y qué no, cuando se trata de visitar a un recién nacido: “Las parturientas postradas en la cama, y con un bebé en brazos que les da la bienvenida a la maternidad, saben muy bien lo que se disfruta y se sufre con este ir y venir de personas.” Afirman Cristina Martínez, presidenta de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME); Esperanza Martín, supervisora de Puerperio de La Paz, y Carmen Tamarti, jefe de la unidad de Obstetricia del Hospital Gregorio Marañón. Sus recomendaciones son las siguientes:
Antes del parto
Los padres deben hablar con los más allegados para explicarles que prefieren estar solos en los primeros momentos, pero que los mantendrán al tanto de todos los acontecimientos, asimismo les llamarán en caso de necesitar su ayuda.
Nada de visitas durante las primeras 24 horas del nacimiento del bebé
Un entorno tranquilo es fundamental en estas horas. La madre acaba de estar de parto y sufre cansancio, agotamiento y, además hay que facilitar el vínculo de los padres con el bebé. Por eso no es recomendable ir al hospital, únicamente deberán hacerlo aquellas personas muy cercanas -los abuelos, por ejemplo-, aunque tampoco deberán excederse en el tiempo de visita.
Mensajes en lugar de llamadas
Utilizar el teléfono móvil, no tanto para hacer la llamada de rigor, sino para mandar un mensaje de felicitación a los padres, que responderán cuando consideren oportuno, porque lo primero es atender al bebé y a la madre. También se puede aprovechar para preguntar si es procedente o no ir a hacerles una visita.
Cuidado con las enfermedades
Las abuelas decían que un recién nacido era como un enfermo grave, y aunque puede sonar algo exagerado, la verdad es que durante los primeros días el bebé es muy vulnerable y apenas está tomando defensas. Por ende es inadecuado ir de visita si se tiene un resfriado, virus, o alguna dolencia que se le pueda contagiar.
El padre será el anfitrión
Una vez salen del hospital, lo más probable es que comiencen a llegar las vistas a casa. En este caso el padre debe cumplir el rol de recibirlas y regular el tiempo. Será el responsable de poner límites porque la madre, con el agotamiento y por estar bajo los efectos hormonales, no tendrá ánimo para hacerlo.
Visitas cortas
El visitante no debe tardarse más de 20-30 minutos. Es tiempo más que suficiente para felicitar a los padres y conocer al bebé. Si están más tiempo, el padre debe invitarles a acompañarles fuera de la habitación «con la excusa» de que la madre descanse. Lo normal es que la visita se marche de inmediato para que el padre pueda atender a su mujer.
No ir más tarde de las 7pm
Hay que dejar tiempo de descanso absoluto a los padres.
En la habitación no debe haber más de dos visitas
Si durante ese tiempo llega otra, hay que permitir que entren, y otros deben salir.
Hay que ser prudentes con las tomas del bebé
Muchas personas piensan que a las madres que acaban de dar a luz no les importa mostrar su pecho ante desconocidos para alimentar a su hijo. Nada más lejos de la realidad, lo que ocurre, en muchos casos, es que si la visita no se va, la madre no va a dejar de dar de comer a su hijo. Hay que dejarles espacio para su intimidad.
No se debe tomar en brazos al bebé, al menos lo primeros días, por mucho que nos apetezca
Siempre se debe pedir permiso a los padres y lavarse las manos antes.
No dar consejos a los padres
Seguro habrán recibido recientemente una gran cantidad de información muy actualizada. Sólo dar consejos si los piden.