ReL / LaFamilia.info – 30.11.2015
Foto: Pixabay
La diseñadora española Arancha Felipes, profesora en la Universidad San Pablo-CEU, experta en imagen personal y autora del libro «Moda, personalidad y estilo. Coaching de imagen e identidad personal» parte de su rica experiencia en el mundo de la moda y el conocimiento de la mujer, para advertir sobre la generalizada falta de autoestima en ellas.
Arancha es personal shopper y ha impartido cursos, conferencias y colaborado en diferentes medios en cuestiones de sociología de la moda y asesoría de imagen, ayudando así a muchas personas a poder verse bien desde dentro hacia fuera. Comenzando por trabajar la autoestima y la autopercepción, y terminando por el embellecimiento. Pues como ella explica, la dignidad de la persona se manifiesta también en lo que se proyecta al exterior: «“el vestido habla”, forma parte de la comunicación no verbal. Tenemos que cuidar y pensar qué está diciendo de nosotros, qué estamos transmitiendo con nuestra ropa, pelo, maquillaje, etc.» asegura la experta.
En entrevista con el portal ReL, Arancha Felipes brinda algunas las claves para integrar de una forma óptica la imagen exterior con la personalidad interior. Porque en el vestir, como en otros muchos aspectos de la vida, no todo vale.
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Vemos en el libro estadísticas e informes sobre el tema de los trastornos de conducta alimenticia, la anorexia, la bulimia y sobre las valoraciones que en general las mujeres hacen sobre sí mismas. Según tu libro, la mayoría no se quieren, o no se aceptan. ¿Qué crees que está influyendo para que todo esto suceda?
-Después de mi experiencia de cuatro años impartiendo los cursos sobre los que está basado el libro, en los que he tenido como alumnos, desde niñas de 13 a 16 años, a universitarias o mujeres adultas de 40 a 65 años; he podido comprobar de primera mano que, en efecto, rara vez encuentras personas que te dicen que se gustan tal y como son; que se encuentran atractivos, o que están felices dentro de su cuerpo. El 76% de las mujeres reconoce la belleza en otras mujeres pero no en ellas.
La presión que tanto jóvenes como adultos sentimos por estar guapos, por tener un buen cuerpo, por parecernos a los modelos de las revistas, los actores de las series de televisión, de los anuncios publicitarios, de las películas, las celebrities, o las “it girls” del momento; hacen que inconscientemente nos auto exijamos ese modelo corporal, y lo relacionemos con la felicidad, el éxito y el triunfo personal y profesional.
Para las entrevistas de trabajo, vemos cómo influye el tema de la “buena apariencia”, enlas series, películas y en las revistas del corazón nos transmiten con ansiedad el mensaje de que el aspecto y la talla son imprescindibles para triunfar.
No olvidemos los famosos “ARGSS” de ciertas revistas donde, por ejemplo en el verano pasado, aparecían como titulares: Paulina Rubio está gorda, o Ester Cañadas ha engordado, en tono de escándalo…Todo eso no ayuda en absoluto a las adolescentes, a los niños, que están permanentemente escuchando a sus padres, amigos, y en la televisión cómo se juzga a las personas por su cuerpo, por su peso y por su talla.
Los padres son los modelos a imitar por los hijos, y si éstos se pasan el día criticando a tal o cual persona por si está gorda esto conlleva que el niño perciba como malo o perjudicial el hecho de comer, el hecho de engordar o de tener un aspecto diferente. De ahí que veamos como la anorexia infantil crece en occidente de manera galopante, tanto en niños como en niñas.
-En el libro reivindicas el tema de la aceptación y de la educación en valores, en la coherencia. Invitas a la gente a crecer por dentro, para que les podamos ver guapos por fuera…Tú misma citas a Ortega y Gasset con una frase que nos ha parecido muy oportuna a este respecto, sin duda: -“La belleza atrae, la inteligencia encanta y la bondad retiene”-.
-Intento transmitir sobre todo a los jóvenes, este tema desde la madurez y viendo el daño que mucha gente se hace así misma por tener una percepción errónea de su cuerpo y de la felicidad. Por la falta de autoestima, por tratar de imitar a otras personas, por querer ser lo que no se es, por no quererse a sí mismos, por desvivirse por aparentar lo que no se tiene, etc.
Las personas se enamoran unas de otras por lo que hay dentro del “Regalo de Reyes” que le dejan un buen día bajo el árbol; no por el papel ni por el lazo… Cuando sólo te fijas en el físico de una persona, y la talla, la marca de su ropa o el color de ojos es lo más importante para ti, es normal que esa relación acabe pronto, dure, como vemos en las revistas del corazón, como mucho un año… pero no lleve a nada más.
-¿Cuándo se produce ese cambio?
-Cuando a la atracción física le añadimos y anteponemos el componente personal, la cosa cambia. Estamos con una persona porque nos hace reír, porque nos escucha, porque es cariñosa, amable, tiene aficiones parecidas, unos valores comunes, etc.
La atracción aumenta cuando las dos personas se van conociendo y van viendo que en pareja pueden crecer juntos y estar a gusto. El físico pasa completamente a un segundo plano, aunque por supuesto, haya que cuidarlo, esmerarse en estar guapos para agradar a esa persona; que se note en nuestro cuidado personal que nos importa, que le respetamos, que queremos estar guapos para esa persona, etc.
-Haces hincapié, de cara a las personas que están buscando trabajo, por ejemplo, en cómo deben de vestirse, de cómo deben de cuidar su imagen y el lenguaje de su cuerpo, de la comunicación no verbal implícita en el vestir. Das consejos prácticos tanto para hombres como para mujeres.
-Así es. En el caso de las entrevistas de trabajo, incido en la importancia de ser conscientes y coherentes con la situación, ir arreglados, correctos, conforme al respeto que la persona que nos está entrevistando y la empresa nos merecen; es fundamental. Sólo tenemos una oportunidad de crear una primera impresión, no lo olvidemos…
-Y por último, nos ha llamado la atención tu apuesta por “La revolución del pudor” como reza uno de los capítulos… ¿Crees que es posible concienciar a la gente de lo que conlleva el cuidar la intimidad a través de la ropa? ¿Crees que es posible que lo entiendan sin meter por medio prejuicios en muchos casos religiosos?
-Mi experiencia de estos años con los chicos jóvenes es muy positiva en este sentido. Entienden perfectamente el tema, porque se lo explico con amor, con humor, no con autoritarismo, puritanismo ni imponiendo mi criterio. Intento apelar al sentido común, algo que no tiene nada que ver con religiones ni creencias.
Es bastante significativa la relación entre falta de autoestima y falta de pudor. Si uno no se quiere a sí mismo y busca la aceptación de los otros por lo que enseña o deja de enseñar, porque sigue la moda sea cual sea y tengan la talla que tengan, de enseñar los tirantes del sujetador o las gomas de las prendas interiores por encima de los pantalones, “porque todo el mundo lo hace”…
-¿Son los jóvenes impermeables a los consejos en este sentido?
-Ellos mismos, en los ejemplos gráficos que les pongo y argumentándoles que esas modas las crean las multinacionales que sólo quieren vender ropa interior de marca, para hacer caja…Me dicen:-“Nos has hecho pensar”-.
Cuando les increpo sobre el concepto que sobre intimidad tienen con ejemplos que podemos ver todos en las Redes Sociales:-”No pones en tu muro de Facebook un mensaje privado de la persona que te gusta, pero le vas enseñando la ropa interior o medio pecho a todo el que tienes cerca en el metro”-.
Les ves que reaccionan y curiosamente no se quieren ir de la clase… preguntan, me mandan luego correos electrónicos comentando situaciones particulares o enviándome fotos… Es un trabajo precioso y muy edificante.
Hoy en día, no ir con transparencias a todas horas, ni enseñando la ropa interior en el autobús, en clase, en el trabajo o en eventos sociales, es una revolución. Significa que no soy un borreguito que hago lo que todo el mundo hace…
Que tengo mi propio criterio sobre estas cosas, mi propia manera de entender la moda, la dignidad del cuerpo, que reservo mis intimidades para quien las tengo que reservar, y que a nadie le interesa de qué color llevo la ropa interior. Quiero que me miren a la cara, que me escuchen y que me valoren por lo que soy, por lo que puedo aportar al mundo, por mis valores y virtudes.
Fuente: ReL