Hacer un poco de ejercicio es mejor que no hacer nada

Por José Manuel Moreno/Aceprensa – 04.01.2021

foto: jcomp

Todo el mundo sabe que pasar mucho tiempo sentado y no practicar ejercicio físico es perjudicial; pero no todo el mundo actúa en consecuencia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no pide imposibles. Sus recomendaciones actualizadas subrayan que moverse tan solo un poco, aunque no sea lo ideal, ya es beneficioso para la salud.

Según datos de la última Encuesta Nacional de Salud (2017), en España la vida laboral es principalmente sedentaria. Hombres y mujeres refieren que pasan la mayor parte de su actividad principal sentados, en proporciones similares (38%). En el tiempo libre, el 37,8% de la población de 15 y más años (41,9% de mujeres y 33,5% de hombres) refiere que lo ocupa de forma casi completamente sedentaria (leer, ver la televisión, ir al cine, etc.), aunque en conjunto parece observarse una tendencia descendente.

El 35,3% de la población de entre 15 y 69 años no alcanza el nivel de actividad física saludable recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El incumplimiento de las recomendaciones es mayor en mujeres (37%) que en hombres (33,5%), y en las clases sociales menos acomodadas. El tiempo medio diario que se pasa sentado es de 5 horas, algo mayor en hombres (5,2 horas) que en mujeres (4,8). Es muy similar en todos los grupos de edad excepto en el grupo de 15 a 24 años, mucho más elevado (6,4).

El 73,9% de la población infantil (1-14 años) pasa a diario una hora o más de su tiempo libre entresemana frente a una pantalla, incluyendo ordenador, tableta, TV, vídeos, videojuegos o la pantalla del teléfono móvil. Más de uno de cada dos pequeños de 1 a 4 años pasa más de una hora. Con estos datos no es difícil entender el crecimiento constante en el número de personas con sobrepeso u obesidad, pero también con otras enfermedades asociadas a los hábitos de vida, como son la hipertensión arterial, la enfermedad cardiovascular o la diabetes.

Dieta mediterránea y gimnasia sueca

Durante muchos años se ha puesto el énfasis en conseguir modelos de alimentación más saludables, más acordes a la tradición mediterránea (frutas, verduras, legumbres, aceite de oliva, pescado, lácteos fermentados), perdida en gran medida. Sin embargo, el gran cambio lo ha supuesto la forma en que vivimos, el modo en que nos movemos y cómo ocupamos el tiempo libre.

En la Asamblea Mundial de la Salud del año 2018 se fijó como objetivo disminuir en un 15% el nivel de inactividad física en las personas adultas y en los jóvenes y adolescentes. Como consecuencia de esa propuesta, la OMS ha revisado recientemente sus recomendaciones de actividad física y conducta sedentaria del año 2010.

Por vez primera, estas recomendaciones incluyen no solo a todos los grupos de edad a partir de los 5 años, sino también a las mujeres durante el embarazo y en el puerperio, y a las personas con discapacidad. Las recomendaciones se elaboraron a partir de la revisión de la evidencia científica disponible hasta la fecha, graduada en función de la calidad de los estudios clínicos realizados.

Para todos los grupos de edad y condición se señala que hacer algo de ejercicio físico es mejor que no hacer nada. Para aquellos con poco hábito de ejercicio, es mejor comenzar dedicando poco tiempo y aumentar gradualmente la frecuencia, la intensidad y la duración. Solo las personas en esta situación deben asesorarse por un profesional de la salud antes de aumentar su actividad física.

En esta tabla se señalan las recomendaciones para cada grupo de edad o condición de salud, así como los efectos sobre la salud.

El tiempo total es lo que importa

¿Qué ha cambiado con respecto a las recomendaciones de 2010? No importa el tiempo que se dedique cada vez (en la anterior recomendación solo se consideraban los periodos superiores a 10 minutos), sino el tiempo total dedicado. También se ha modificado el tiempo semanal recomendado, en función del grado de actividad física (un mínimo de 75 minutos a la semana si es intensa y 150 minutos si es de moderada intensidad). Se señala también que en los adultos mayores son preferibles las actividades físicas multicomponente, que combinan actividad de fuerza y otras de equilibrio o resistencia.

En el caso de los más jóvenes, se prioriza que el promedio sea de al menos 60 minutos al día, o sea, que se trate de una actividad habitual.

También es de reseñar que tan importante es hacer ejercicio como limitar las actividades sedentarias o, en su defecto, aumentar el tiempo dedicado al ejercicio para compensarlo.

Está claro que elaborar unas guías no equivale a que las personas vayan a aumentar su actividad física, pero es un buen primer paso. Debe acompañarse de medidas y estrategias que faciliten su puesta en práctica, pero también de la concienciación y responsabilidad de cada persona.

Dr. José Manuel Moreno Villares

Pediatra

Publicado originalmente en Aceprensa

 

 

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