Hay décadas de investigación en la neuro-ciencia, en endocrinología genética, psicología del desarrollo, que sugieren que las diferencias entre los sexos, tanto entre sus aptitudes y sus preferencias, no son únicamente el resultado de la socialización, son innatas.
Se puede decir que no son como un software que ha puesto la sociedad, sino más bien como el hardware. Cierto que la sociedad juega un papel, pero también juega su papel la madre naturaleza.
Algunas diferencias biológicas relevantes entre los chicos y las chicas
Y ¿cuáles son algunas diferencias biológicas entre los chicos y las chicas, que afecten a su educación? Con alguna excepción éstas son las reglas: los chicos, los varones, en general, tienen mayores habilidades de razonamiento espacial, las chicas tienen mayores conocimientos verbales; a los chicos les gusta asumir riesgos; las chicas son más cariñosas; a los chicos les gusta la acción, les gusta jugar un poco a lo bruto y con objetos inanimados. Los chicos tienen unas fantasías más agresivas.
En 1997, en la Universidad de Bermont, se estudiaron los informes de los padres sobre el comportamiento de sus hijos, pertenecientes a doce países y en cada uno de los casos, sin excepción, los chicos eran más propensos a pelear, robar, tener rabietas y amenazar a los demás. Esas diferencias se encontraban en los chicos jóvenes tan pronto como empezaban su interacción social.
Las niñas juegan así también, pero en menor medida. Normalmente las niñas intercambian secretos con otras niñas. Su mejor amiga es muy importante y también les gustan los juegos más imaginativos, el teatro, etc… Pero, les recuerdo que estos son estereotipos, porque hay niñas que juegan igual que los niños y viceversa, pero no es tan frecuente; son las excepciones, porque lo típico para los niños es jugar a lo bruto y lo típico para las niñas es que les guste jugar a las casitas.
Creo que esto tiene una base biológica. Lo estamos viendo en todo el mundo, no únicamente en Estados Unidos, no sólo en España: las chicas son mejores alumnas, son las primeras de la clase. O sea, si consideramos un colegio tipo ¿quiénes son los primeros de la clase? Las chicas. Y ¿quiénes son los peores?, casi siempre los chicos.
A principios de los años 90 unos periódicos en el Reino Unido empezaron a escribir artículos enfatizando el déficit de los niños británicos. “El Times” de Londres, un periódico muy conocido, advirtió que existía la posibilidad de que se creara una clase de segunda, de hombres sin habilidades y sin empleo. “Economist” se refirió a los chicos como el segundo sexo del día de mañana, en este mundo.
Los niños en los exámenes oficiales de matemáticas sacan mejores notas, pero en casi todas las demás áreas, las chicas son mejores estudiantes. Según un informe del año 2000, la ventaja de las chicas es real y persistente en el sistema de educación de EE UU.
Y he aquí unos hallazgos clave: en lectura y en lengua las chicas son siempre mejores. Un niño de 17 años tiene en lengua y lectura las habilidades de una niña de catorce años; las niñas sacan mejores notas en todos los niveles educativos; los niños son los protagonistas en los deportes, pero las niñas en todo los demás, organizaciones estudiantiles, periodismo, etc.. ; las niñas son mejor organizadas, se preocupan más, les gusta más el colegio. Los niños sienten mucho menos entusiasmo por el colegio.
Bueno, ¡y la letra! La letra de los niños es muchísimo peor que la letra de las niñas y esto cruza todas las fronteras culturales, como ustedes saben. Yo tengo dos hijos y son incapaces de leer su propia letra, me traen los deberes, él miraba sus deberes, yo también, ninguno de los dos podíamos leer su letra. Ellos saben, igual que las niñas, que si tienen que hacer un trabajo y lo escriben en una letra ordenada le va a gustar más al profesor, pero hay un problema serio: los sistemas motrices de un niño se lo ponen mucho más difícil. Su primera experiencia al escribir y aprender las letras, normalmente es una experiencia negativa, de modo que con la lectura y escritura las chicas llevan ventaja desde el principio, y les voy a dar un hecho, finalmente.
Las chicas, en la mayoría de los países del mundo industrializado, van a ir a la universidad más que los chicos, con mayor posibilidad: en Australia, en Gran Bretaña, en Canadá, en Finlandia, en Alemania, en Francia, en España y en los Estados Unidos. Las proyecciones nos sugieren, que si no hay un cambio muy importante en la forma en que educamos a los chicos, a nuestros hijos, sobre todo a nuestros niños, esta laguna universitaria va a crecer hasta convertirse en un abismo.
Esto es desdichado porque en la economía de la información, en una economía basada en el conocimiento, una educación universitaria cada vez es más necesaria para que un joven llegue a la clase media, y ¿qué podemos hacer entonces?, ¿cómo podemos ayudar a los chicos a que mejoren, mientras que al mismo tiempo estamos cumpliendo de forma satisfactoria las necesidades de las chicas?.
En los Estados Unidos hay dos escuelas de pensamiento: hay un grupo que se llama “activistas de la equidad entre géneros” –no sé si traduce muy bien- “activistas en la igualdad de los géneros, de los sexos”, dicen, piensan que se puede cambiar a los chicos. Gloria Stinem, la famosa feminista, dijo “tenemos que aprender a educar a nuestros chicos más como si fueran nuestras hijas, de modo que esto les va a calmar y va a hacer que sean más tranquilos, etc..” Esto es una posibilidad. Pero, la segunda posibilidad es aceptar las diferencias y encontrar formas de hacer que el aula sea más amistosa, más adecuada para los chicos. Yo estoy a favor de la segunda alternativa, el segundo planteamiento.
Estoy de acuerdo con el Ministro de Educación actual de los Estados Unidos, diciendo, que todas las clases de chicos y de chicas pueden ser parte de la solución, todas las escuelas separadas, quiero decir en primer lugar vamos a hablar de algunos esfuerzos en los Estados Unidos para que los chicos sean más como las chicas. Tenemos muchos de estos facilitadores de equidad, como los llaman, “activistas del género”; lo que quieren es liberar a los chicos de su masculinidad, y eso piensan que les asusta a los chicos, que les oprime, a ellos y a todos los que les rodean.
La idea, por tanto, es.., bueno…, tenemos escuelas, colegios muy prestigiosos, universidades muy prestigiosas, Harvard, Muesli, etc.., todos estos centros de educación tienen conferencias, yo he escrito sobre estas conferencias, he ido a muchas de ellas, por cierto, y la idea es que no les gusta la forma en que juegan los chicos, estos juegos a lo bruto, piensan que esto lleva a la agresión y hace que los chicos sean unos salvajes. Entonces, ¿qué hacen?, intentan calmarles haciéndoles que jueguen con muñecas.
Hay profesoras en los colegios americanos que muy seriamente dan conferencias muy completas, yo fui a una en la Universidad de Muesli y dijeron que, bueno, a los chicos les debería gustar el juego con burbujas de jabón, con muñecas y cosas así. Un profesor replicó que cuando les dan burbujas las convierten en torpedo; no parecía que ningún profesor conseguía que los niños colaborasen en ese tipo de juegos. En colegios americanos ahora pretenden que los niños hagan punto, tejan, incluso hagan colchas con password; piensan que los chicos son demasiado competitivos, quieren que jueguen en juegos en los que nadie puntúe, que nadie sepa quién está ganando. Por ejemplo, se puede jugar a “tú la llevas”, pero nadie la lleva, nadie se sale del juego, nadie está fuera.
Bueno, ¿cómo funciona esto, por Dios? Posiblemente no les sorprenda descubrir que los chicos no quieren que se les libere de su masculinidad, se resisten. Y ¿qué hacen cuando tienen que hacer punto? Pues convierten las agujas en espadas, empiezan a hacer esgrima con ellas. Cuando se les pide que hagan esas colchas de password, les he visto, hacen este password, pintan animales peligrosos y armas en los parches de password, y así secretamente puntúan en sus juegos, siempre saben quién va a perdiendo.
En lo que se refiere a los muñecos o muñecas, he leído sobre un experimento en un colegio de Baltimore, una profesora muy bien intencionada intentó introducir a los niños a la idea de que estaría bien que los chicos jugasen con muñecas, con bebes, y los chicos casi hicieron huelga, se revolvieron, la profesora casi tuvo que salir corriendo de la clase. La madre naturaleza es muy tozuda, los chicos no van a cambiar, no de manera fundamental, en cualquier caso.
Educar respetando la naturaleza
Bueno, hay alguna buena noticia: la buena noticia es que hay formas de educar a los niños y a civilizarles, que aceptan y respetan sus naturalezas, hay formas de educarles respetando su naturaleza. En segundo lugar, tenemos que encontrar formas de hacer que nuestras aulas sean mejores, más adecuadas para los niños, sitios más amistosos para los chicos, lo cual significa más experimentos con colegios masculinos, colegios de chicos.
En el año 97 un grupo de directores de colegios británicos, hace casi una década, preocupados con lo que estaba ocurriendo a los chicos celebraron varias conferencias sobre cómo podrían salvar a estos niños que estaban en una caída libre educativa. Escribieron un libro con buenas ideas, las más prácticas para las aulas con chicos. Me estoy centrando en los chicos esta tarde, sobre todo porque tienen más problemas que las niñas, pero también voy a hablar un poco de las niñas, no quiero dejarlas de lado porque les va muy bien, y quiero que continúen haciéndolo muy bien, y estoy segura de que podría aprender de los profesores de Fomento, estoy segura de que podríamos escribir mucho sobre la forma en que enseñan a los niños y a las niñas.
Los educadores en América y estos directores de colegios en Gran Bretaña, sugieren ciertas prácticas que son buenas para los chicos y.., por cierto, los padres, como padres involucrados en la educación de vuestros hijos, a lo mejor queréis probarlo también.
¿Qué funciona para los chicos?. En primer lugar la clase debería de ser un lugar muy estructurado, con énfasis abrumador en la organización, organización, eso es el número uno para los chicos. Las chicas necesitan también que se les organice pero es mucho más fácil para ellas, los chicos les cuesta mucho más trabajo, además no sabemos exactamente por qué les cuesta tanto trabajo. Lo segundo, se sugiere que un aula con chicos…., si esto fuera un aula con chicos, para las chicas, por cierto, en América hoy en día está de moda el tener lo que llamamos “grupos de aprendizaje cooperativo”, se sientan en círculos, posiblemente en sillas cómodas y se comparte.
Los directores de colegios ingleses dicen que ni hablar, que los profesores tienen que estar mirándoles fijamente a cada uno de ellos para entenderlos en su campo de su visión, las clases deben de tener suspense, el chico nunca tiene que saber cuándo se le va a llamar, tendría que estar ahí diciendo, ¡Dios mío, que seré el próximo, que seré próximo!, el profesor tiene que estar mirándole a los ojos, el profesor tiene que ser como un atleta y mirando a todos los chicos, y el chico nunca sabe cuándo le va a tocar a él, porque si no pues…. Deberían de aplicarse castigos continuamente si no hacen su trabajo, tiene que hacerse esto de forma coherente, menos ficción y más libros sobre cosas: rocas, volcanes, trenes… A los chicos les gustan las historias de aventuras con héroes masculinos. Los directores británicos dijeron que tenían que ser muy políticamente incorrectos porque la realidad es que los chicos no son correctos a nivel político, en absoluto, por lo tanto están volviendo a poesías bélicas, etc…
Finalmente, otra cosa que hacen los británicos en algunos colegios, con éxito, de chicos, en Estados Unidos, es que dividen la clase en equipos, han descubierto que los chicos van a hacer cualquier cosa para ganar puntos o para estar en un equipo. Las chicas ven al profesor como amigo o amiga, posiblemente como una madre, como una aliada, el chico no ve típicamente a su profesor como un aliado, en absoluto, pero entre los miembros de su equipo, pues por ellos va a hacer prácticamente todo, se va a aprender de memoria enormes trozos de poesía, si va a recibir puntos para su equipo. Y finalmente necesitamos mucho juego exterior y muy activo, hay que hacer además mucho hincapié en el buen espíritu deportivo.
Algunos de vosotros podréis pensar, bueno, pues todo esto muy bien, pero ¿no sería bueno para las chicas también?. La respuesta es que no. Una vez más no estoy hablando sobre todos los niños y las niñas, hay excepciones, pero para la niña media, la nueva investigación sobre el género y la educación, nos sugiere que ellas prosperan en otra clase de aula; las niñas no necesitan una supervisión estricta, que les esté mirando todo el mundo, que se les acerquen y les miren a los ojos continuamente. La mayoría de las niñas trabajan muy bien en un entorno relativamente poco supervisado, las niñas florecen con deberes creativos desde edades más tempranas. Otra cosa que es buena en los colegios de niñas en América es que más niñas hacen deportes en colegios diferenciados de niñas, es muy bueno. En los colegios de niñas hacen más deportes y desarrollan también el trabajo en equipo, si hacen deporte, piensan que eso es bueno con los chicos, pero es mucho más posible que las chicas hagan deporte si están en un colegio diferenciado.
Tercer punto, las niñas necesitan mucha atención y que les den muchos ánimos en matemáticas y en las ciencias pues les interesan menos. Se sabe, en los Estados Unidos, que para que una niña se interese en las matemáticas y las ciencias hay que convertirlo en una historia y también tiene que ver cómo está conectado con el mundo a su alrededor, cómo ayuda a la gente, es un estereotipo, ya lo sé, pero muchas gentes sí quieren ayudar a la gente. Y si se les explica la conexión entre la biología, por ejemplo, y curar las enfermedades, o la física y edificios que pueden soportar terremotos, pues se interesan más, y hay que hacer un esfuerzo adicional con ellas en este sentido. Y finalmente, las chicas tienden a subestimar sus capacidades, incluso cuando lo están haciendo muy bien necesitan que se les anime constantemente. Los chicos, por otro lado, sobreestiman sus capacidades cuando les va mal, lo que necesitan es que se les enseñe cuál es la realidad. Éstas son algunas de las ideas que han surgido en los Estados Unidos.
Bien. Diríamos, ¿un profesor podría hacer todo esto, con los chicos y con las chicas, en una sola aula? Creo que sí, que un profesor estupendo podría intentarlo, pero desde luego sería muchísimo más fácil hacerlo en una clase diferenciada. Por eso es esta clase de investigación la que ha llevado al Presidente Bush y a la Senadora Hilary Clinton, y a tantos educadores, a querer ver más experimentos con educación diferenciada o separada.
En un colegio diferenciado una niña seguramente va a aprender matemática, ciencia y deportes, un chico en un colegio diferenciado seguramente hará más arte o literatura o idiomas extranjeros. Estos colegios tienden a crear un entorno de aprendizaje más serio, hacer que los niños sean seres humanos más completos. He visitado un colegio de chicos en Washington, que me recuerda de un colegio de Fomento, es un colegio privado, católico e independiente. El día que estuve allí vi a chicos de unos ocho o diez años en sus clases, y sus aulas estaban llenas de colecciones de insectos, de plantas y de flores, y los chicos estaban tocando instrumentos musicales. Las competiciones son parte de su vida escolar, pero se ven presididos por la ética.
Lo que algunos investigadores han descubierto en los colegios diferenciados, es que ya no hay tantos estereotipos sobre el sexo; estos colegios les convierten en seres humanos más completos porque las chicas no se ríen de los chicos o no contestan todas las preguntas en la clase, y en los colegios de chicas no van a tener los chicos que dominar en todos los deportes.
Antes de concluir querría decir una palabra sobre la ética en la educación de carácter de chicos y chicas, sé que es algo muy importante en los colegios de Fomento. Hay una teórica social según la cual «todos los años la civilización se ve invadida por millones de diminutos bárbaros, se llaman niños».
Todas las sociedades tienen la tarea de civilizar a sus niños, sobre todo a sus niños jóvenes; si un varón no se socializa, tiene formas muy poco agradables de hacerse notar. La historia nos enseña que la masculinidad con la moralidad es algo poderoso, es una de las fuerzas más creativas de la cultura humana, pero la masculinidad sin la moralidad es peligrosa, pero tenemos prácticas sociales, sin embargo.
El enfoque tradicional para civilizar un hombre joven es educarle el carácter, desarrollar su sentido del honor, ayudarle a convertirse en una persona considerada y con buena conciencia, en pocas palabras, convertirle en un caballero. Esto es importante, respeta su masculinidad, su naturaleza masculina, no necesita que el niño juegue con muñecas o que aprenda a hacer punto o que está sentado en un círculo hablando sobre sus sentimientos, no hay que hacer nada de esto para civilizar a un chico.
Sin embargo, y una vez más, en cuanto a las niñas, las niñas necesitan que se les eduque su carácter tanto como a los chicos, las chicas pueden ser muy crueles, pueden ser abusonas. Hace unos años hubo una profesora estupenda que escribió un libro, un best seller sobre las aulas, escribió sobre los chicos jugando el juego imaginativo de los niños, con muchos conflictos, muchas peleas, y dijo, “parece que las niñas sean muy tranquilas y muy monas, en lo que está ocurriendo en su rincón de las muñecas”. Pero las miró más cuidadosamente y se encontró que realmente no era tan mono ni tan gracioso, era más tranquilo, efectivamente, pero había muchos celos y mucha agresión emocional entre las niñas.
Así que con los chicos tenemos lo físico pero con las chicas tenemos lo psicológico, en cuanto al abuso, que puede ser incluso peor. Así que esta profesora llegó a la conclusión, esto es sentido común, esta profesora dijo, “tanto los niños como las niñas necesitan que se les guíe cuidadosamente para convertirse a personas con conciencia y bondadosas”. Comprendió que eran diferentes, pero iguales; iguales, pero diferentes.