Todos los años hacemos resoluciones o propósitos para año nuevo, y a veces nos comprometemos a que “en esta Cuaresma ordenaré mi cuarto”, como un gran sacrificio que podemos hacer para que nuestra vida sea más “productiva” o más “provechosa”.
Pero rara vez hacemos propósitos de Pascua. ¿Por qué hacer propósitos en Pascua? ¡Porque estamos alegres pues el Señor resucitó verdaderamente como lo había prometido! Y la Pascua es más que el Año Nuevo. Jesús nos ha hecho hombres nuevos. ¿Cómo no proponernos anunciar al mundo la alegría de que la muerte no tiene la última palabra? ¡Esa es la buena noticia! ¡Nosotros resucitaremos con Él!
Cuando estamos alegres es más fácil que tomemos compromisos y también es más fácil que los cumplamos. Así que aquí les dejamos esta lista que nos comparten desde CatholicLink, de diez cosas hermosas que podremos hacer en este tiempo pascual, o en lo que resta del año.
1. Aprendamos a aceptarnos. Dios no comete errores
Nadie es perfecto. Yo, el menos perfecto de todos. Pero Dios me creó así, con mis virtudes y mis defectos. Y para superar mis defectos, tengo que admitir que los tengo y hacer lo posible por superarlos, sabiendo que solo Dios me puede ayudar a superarlos para llegar a ser mi mejor versión.
2. Antes de criticar o corregir, escuchemos al prójimo con caridad
Muchas veces nos dejamos llevar por «dimes y diretes» que hacen daño a nuestro prójimo. Si sabemos de alguien que está angustiado, o pasando por un momento difícil. Seamos el oído atento y el corazón comprensivo que necesitan.
3. ¡Seamos Compasivos! Antes de criticar los errores de los demás corregiremos los nuestros
¿Estoy constantemente criticando u observando a quienes se equivocan? ¿Qué tal si en lugar de mirar tanto para afuera veo qué puedo mejorar durante este tiempo pascual? Hay muchas cosas en las que podemos crecer, especialmente en la paciencia con los errores del prójimo.
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4. Cuidemos nuestro cuerpo. Iniciemos alguna actividad física
Si tengo un poco desatendido a mi cuerpo, ¡Cristo Resucitó en Cuerpo y Alma! Y tenemos que cuidar a nuestro cuerpo, para que dé todo lo que tiene que dar en el servicio de los demás. Iniciar en esta época una actividad física que me lleve a cuidar el don de Dios de mi cuerpo.
5. ¡Verdaderamente resucitó! Hagamos resucitar una amistad olvidada
¿Hace mucho que no sabemos de algún amigo? ¿La vida nos separó y no sabemos dónde está? ¡Aprovechemos la Pascua para llamarlo y quedemos a vernos durante la semana! ¡Hagamos resucitar la antigua amistad!
6. ¡El murió por nosotros! Comprometámonos en un apostolado por los demás
Ofrezcamos nuestra ayuda a alguien que lo necesite, hay muchos que necesitan alimentos o colaboración de algún tipo.
7. Cuestionemos la vocación
¿Me animaré a hacer un retiro vocacional? ¿Ya sé claramente qué es lo que Dios espera de mí? El Plan de Dios es perfecto y quiere mi felicidad. ¿Por qué no ofrecerme a cumplir los sueños de Dios para mi vida?
8. Exploremos nuestros talentos para el servicio de los demás
¿Cuáles de mis talentos tengo ocultos? ¿Puedo ponerlos al servicio de los demás? Comencemos en este tiempo pascual a donarnos a los demás. Nuestro Señor resucitado va a multiplicar nuestros talentos para ayudar.
9. ¡Perdonemos de verdad! Reconciliémonos con alguien que nos haya herido
Es cierto, esa persona me hirió y me cuesta mucho perdonarla. Puedo ofrecer ese dolor enorme para «completar en mí lo que falta a la Pasión de Jesús. ¿Soy capaz de perdonar de corazón y para siempre la ofensa que me hicieron? La Pascua de Resurrección es una oportunidad hermosa para dejar atrás las heridas del pasado.
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10. ¡Celebremos la vida! Toda vida, la que comienza y la que se acerca a su fin
Alegremos a los que están afligidos por la enfermedad. Y celebremos la vida de los recién nacidos.
*Publicado originalmente por Catholic-Link por Andrés D’ Angelo