LaFamilia.info / 25.02.2009
Con estas 28 descripciones usted podrá crear un perfil de su personalidad y tendrá las herramientas para aprender a conocerse más y por ende a corregir lo que le detiene en su desarrollo como persona.
- Soy hipersensible y por eso tengo cambios repentinos de carácter, con reacciones apasionadas y desproporcionadas, junto con sufrimientos innecesarios.
- En mí predomina excesivamente la razón. Soy frío y calculador. Muestro poco mis sentimientos y pongo poca participación afectiva en los sucesos que lo exigen. A veces incurro en comportamientos crueles y equivocados, por desconsideración de las implicaciones o repercusiones afectivas de mis actos en los demás.
- Ante la presencia de un estímulo psicológico determinado, llevo a cabo un análisis de la situación, para dar una respuesta que no sea injustificada, exagerada o que conduzca a comportamientos impulsivos.
- Soy consciente de que estar solo a veces es necesario y provechosos, pero en ocasiones prolongo innecesariamente esos momentos de soledad.
- Me considero una persona con mucha imaginación, por eso, ante una situación desagradable, poco interesante o aburrida, me sirve para escapar hacia otras situaciones más atractivas.
- Procuro aprovechar lo que la realidad me ofrece en cada momento y me meto de lleno en ella usando mi imaginación para sacar el mejor partido a cada situación.
- Con frecuencia tengo fricciones con los demás, tomo decisiones precipitadas e inadecuadas, o me dejo llevar por las tendencias o deseos inmediatos.
- Tengo tendencia a pensar con frecuencia en problemas o preocupaciones, que ocasionan bajas en mi estado de ánimo, nerviosismo y aceleramiento.
- Me considero una persona agradable, alegre y satisfecha, con la confianza que las cosas salen bien si pongo todo mi esfuerzo. Los pequeños fracasos y contratiempos los olvido rápidamente y vuelvo a emprender mis objetivos con el mismo ahínco de antes.
- Escucho las opiniones contrarias con respeto, sin admitir críticas internas. Comprendo las equivocaciones de los otros, sin recriminar automáticamente. Sé convivir con los defectos de los demás sin recordárselos continuamente.
- Controlo los altibajos de mis estados de ánimo. Identifico las ideas negativas que han inducido esas tendencias. Elimino esas ideas sustituyéndolas por otras de contenido diferente, o iniciando una actividad que sirva para modificar el curso del pensamiento.
- Tiendo a compararme con los demás, valorando exclusivamente algunos de sus aspectos afortunados, cuestiones en las que han tenido más éxito o en la que se han visto más favorecidos por la fortuna. Tengo tendencia a la envidia.
- Me gusta darme a conocer como soy, desde el primer instante. Habitualmente actúo de modo espontáneo y natural. Considero que infundo confianza en los demás.
- Asimilo las experiencias negativas sucesos, personas, ambientes y las supero, evitando rememorar su recuerdo, para restarle importancia y relevancia actual.
- En ambientes nuevos o ante personas desconocidas o poco conocidas me siento rígido, tenso, incómodo y sin saber cómo debo actuar. Procuro pasar inadvertido en las reuniones sociales para no resultar inoportuno o molesto a los demás. Para evitar esas ansiedades procuro ir en compañía de alguien que me dé confianza.
- Tengo la capacidad para discernir lo que en mi actuación puede resultar ridículo y procuro evitarlo. Si por algún motivo hago el ridículo me río de mí mismo y olvido la situación. Admito mis limitaciones con naturalidad y realismo.
- Actúo con independencia, al margen de los usos y normas sociales. Para mí son indiferentes y, en ocasiones, las desafío intencionadamente.
- (Si tiene algún problema serio en este momento, piense en él). Tengo confianza en mí como para afrontarlo, no pienso que es imposible resolverlo y busco soluciones aunque impliquen mucho esfuerzo y negaciones personales.
- Con facilidad me dejo influir o persuadir por otros, o por mí mismo. Por eso me considero una persona sugestionable: me contagian con cierta rapidez el miedo, la angustia, la compasión, la ternura, el desprecio o cualquier otra sensación, como por ejemplo el asco o los síntomas de una enfermedad.
- Cuando alguien me agrada tiendo a idealizar esa persona. Completo, de un modo más o menos consciente, esas parcelas ignoradas con cualidades o atributos que me gustaría encontrar en esa persona.
- En mi memoria permanecen los recuerdos de las ofensas, comentarios, faltas de cortesía o de interés de otras personas, así sean en temas sin importancia. Me cuesta perdonar y olvidar.
- Procuro expresar mis sentimientos y opiniones, incluso si son contrarios a los de la mayoría. Cuido de hacerlo sin crear tensión, sin herir susceptibilidades o dar lugar a un conflicto. Me considero una persona serena, moderada, comprensiva.
- En los momentos de alta tensión emocional, por ejemplo, al enfrentarme seriamente con alguien, tartamudeo o enredo las palabras, sudo excesivamente, cambian las facciones o el color del rostro y siento ganas de llorar.
- Mis lazos afectivos amistad, amor, la familia suelen ser duraderos, estables y fuertes. Procuro fomentar su crecimento.
- Procuro ayudar mucho a los demás, por eso llego al punto de intentar resolver los problemas de las demás personas, suplantándolas. Me compenetro demasiado en las vidas de los que conozco.
- En mis actuaciones procuro conseguir la aprobación de las demás personas, hasta el punto de prodigarme en atenciones hacia ellos o que se conviertan casi exclusivamente en la fuente de mi autovaloración.
- Con frecuencia me invade la prisa, no disfruto lo que hago porque habitualmente estoy insatisfecho, no me siento en un nivel alto de paz y alegría, busco realizar muchas actividades durante el día.
- Soy emotivo y disfruto intensamente las actividades que realizo. Los sucesos de la vida dejan una huella importante en mi modo de ser.