Los nietos necesitan aprender sobre sus raíces, y esas raíces son sus abuelos. Como conocedores del pasado y presente de la vida familiar, los abuelos se convierten en los principales depositarios de la historia familiar y, por lo tanto, son fuente de referencia para las generaciones más jóvenes.
Los abuelos son un enlace de la historia familiar y su presencia asegura la unidad de las tres generaciones. La persona adulta mayor representa un papel clave en la perpetuidad de la identidad de la familia, pues dispone de mayor tiempo que sus hijos para contar la historia familiar. En este sentido, la tarea del abuelo consiste en ubicar al nieto dentro del contexto y la historia familiar. Estas actividades a la vez les permiten a las personas mayores volver a su infancia y recapitular su vida con miras a la búsqueda de la integridad de su existencia humana.
Lo nietos también aportan
Los nietos a su vez enriquecen intensamente la vida de sus abuelos, pues los ayudan a recuperar el pasado y soñar con el futuro. Ellos estimulan a los abuelos a recapturar las viejas alegrías y prometen otras nuevas a medida que van creciendo. Asimismo los abuelos enriquecen la vida de sus nietos, ayudándolos a reestablecer la unidad familiar de toda la familia “grande” y dándoles un sentido de tradición y pertenencia.
Cada vez que nace un nieto surge la promesa de inmortalidad para los más envejecidos del núcleo. La familia continuará, y no existe razón alguna para no pensar que el futuro será mejor que el pasado, que este nuevo niño alcanzará todas las metas que sólo fueron sueños para sus padres y abuelos.
Apoyo a los novatos padres
Los abuelos pueden dar valiosas contribuciones a los novatos padres acerca de la crianza de los hijos; sin embargo deben estar claras las reglas del juego para evitar conflictos familiares. La experiencia de los padres mayores al haber criado a sus propios hijos, les da la seguridad y valor para intervenir; no obstante, los tiempos pasan y con ello los patrones de crianza.
Los abuelos pueden influir de manera tal que no interfieran con las competencias de los padres; por ejemplo, ampliando el mundo del niño y compartiendo con él una perspectiva de vida que enriquezca su crecimiento como persona. Generalmente, entre la persona mayor y su familia se establece casi siempre una interrelación de ayuda mutua basada en las actividades de la vida cotidiana que la mayoría de las veces, constituye una forma de actividad social, vía que permite al viejo seguir sintiéndose útil.
Para los abuelos es un reto conocer a cada nieto o nieta como individuo, con sus propias necesidades, deseos y aspiraciones. Los abuelos es de gran satisfacción ver en sus nietos rasgos familiares y lo asocian a una extensión de ellos mismos.
La risa, la tolerancia, la generosidad y la curiosidad son sensaciones enriquecedoras presentes en las relaciones multigeneracionales, donde se destaca el papel del amor contra la soledad, la frustración y el hambre espiritual. La relación abuelo-nieto también destaca fortalezas que trascienden las enfermedades y los dolores del cuerpo y estimula actividades que el abuelo dejó de hacer mucho tiempo, como por ejemplo el juego.
Papel enriquecedor
El papel de abuelo puede llegar a ser un rol significativo en el adulto mayor, siempre y cuando la persona logre manejar de manera adecuada y provechosa las tareas socialmente asignadas. Desde el plano de autoestima, la demanda de dar sin compensarse con la de recibir, puede llevar a la persona mayor a sentirse útil pero a la vez explotada. De la misma forma, las relaciones afectivas deben desarrollarse en un ambiente de reciprocidad, respeto, tolerancia y disfrute del intercambio de afecto y amor.
El cuidado como una de las principales tareas del papel de abuelo, no debe significar una sobre carga de trabajo que más que proporcionarle satisfacción, se convierta en una fuente de agotamiento y sobredemanda de labores. Es importante reconocer el tipo de familia a la cual pertenece el abuelo, y cuáles son las expectativas que él o ella y los demás miembros de la familia tienen respecto a su papel.
Fuentes: aramo.wordpress.com, gerontologia.org