Decálogo de La Laboriosidad
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- Laboriosa es la persona que ama el trabajo y trata de hacerlo bien.
- La laboriosidad lleva consigo el afán de aprovechar el tiempo, de concentrarse en el trabajo y de no abandonar actividades a medio hacer.
- Haga el trabajo con entusiasmo, de buena gana, con empeño, aunque esté cansado y le suponga esfuerzo.
- Un enemigo de la laboriosidad es el afán de moverse mucho, confundiendo este valor con el activismo. Piense en las hormigas o en las abejas. Huya de la precipitación.
- Una manera de perder el tiempo es hacer muchas cosas, dispersas, y no acabar ninguna de ellas. Otra forma de perder el tiempo es hacer las cosas mal, pues hay que repetirlas.
- Un enemigo grande de la laboriosidad es la falta de diligencia; es decir aplazar las cosas, llevar un ritmo cansino, no tener iniciativas…
- Respete el tiempo de los demás: sea puntual. No interrumpa el trabajo de otros. Prepare las reuniones. Estudie los asuntos antes de hablar con otra persona. Así su tiempo y el de los demás será más productivo.
- Laboriosidad es hacer en cada momento lo que se debe hacer; no lo más urgente ni lo que más le gusta. Primero lo Primero.
- Cuando esté cansado haga una actividad que le exija menos esfuerzo; cambie de ocupación. Distribuya los distintos trabajos a lo largo del día y la semana según el nivel de dificultad y su capacidad productiva.
- El trabajo cuando se hace por valores y con valores desarrolla la personalidad del ser humano, proporciona prestigio profesional, incrementa las propias capacidades, sirve para sacar adelante la familia y contribuye al bienestar social. El trabajo es una bendición de Dios.
Decálogo del Espíritu Positivo
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- El Espíritu Positivo es una mezcla de serenidad interior, optimismo, caras amables y buen humor. Cultive estas cuatro plantas.
- Tenga ojos para lo positivo, no se detenga en lo negativo únicamente. Elimine el pesimismo y el derrotismo, considerando los aspectos positivos de la realidad.
- No permita que la conducta sea resultado de su estado de ánimo: cuando no se sienta bien, sonría; cuando las cosas salgan mal, ríase.
- Estar siempre alegre es el mejor regalo que puede hacerle a los demás: sonría y mire con cariño.
- El lenguaje anima o desanima. Por eso no hable cosas negativas –críticas, quejas, lamentos-, ni siquiera con el fin de motivar a otros.
- Haga de la confianza una clave de su vida. El Espíritu Positivo es el resultado de confiar en uno mismo, en los demás y en Dios.
- Vea las realidades presentes con “ojos de futuro”; así tendrá serenidad. Ahora se ríe de las “tragedias de niño”; después se reirá de las “tragedias de ahora”.
- No se tome demasiado en serio a sí mismo. No considere los defectos de los demás como ofensas personales. No haga tragedias de cosas sin importancia. Así vivirá alegre.
- Prefiera entre sus amistades a personas alegres y serenas. Destierre a los “aguafiestas”.
- Tenga los pies en la tierra y el corazón en un sueño. El entusiasmo es el estado de ánimo resultante de poseer una visión esperanzada de la vida. Por eso impóngase retos.
Decálogo de La Lealtad
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- La persona leal, lo es con la empresa, con la familia y con la sociedad.
- Hablar mal de alguien que no está presente es una falta de lealtad a esa persona.
- Pertenencia es tener la “camiseta puesta”, lo cual significa trabajar como si la empresa fuera de uno.
- El compromiso con la organización debe ser total. Sin embargo, no se pueden transgredir los principios, por buscar el beneficio de la empresa o de algún compañero.
- La palabra dada es sagrada: sea fiel a ella.
- Pertenecer a una empresa es identificarse con su Cultura Organizacional: alinear los propios valores con los valores corporativos.
- El compromiso y la lealtad son de doble vía: de las personas hacia la organización y de ésta hacia la gente. Usted haga su parte.
- Compromiso significa solidaridad para con todos: colaboración, ayuda mutua… La unión hace la fuerza. Hoy por ti, mañana por mí.
- El empeño por conservar el buen ambiente es una manifestación de pertenencia. Por eso declárele la guerra al chisme.
- Al corregir, cuando sea necesario, hágalo como le gustaría que lo hicieran con usted. Hable de forma directa y clara, pero con delicadeza.
Decálogo de La Calidad
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- Trate de hacer todo bien, desde el principio hasta el final, cuidando los detalles.
- Planee con tiempo cada uno de los procesos y actividades. Así se evitarán las improvisaciones que tanto daño hacen a la calidad.
- Ponga los cinco sentidos en lo que hace -atención y concentración-: requiere esfuerzo pero vale la pena por la calidad obtenida.
- No se acelere, declárele la guerra a las urgencias. Serenidad, calma, pero sin pausa.
- Revise las cosas dos veces. Tenga una actitud permanente de autoevaluación de sí mismo y de todo lo que hace. No se conforme con la calidad obtenida.
- Cuidando las cosas pequeñas, la calidad se convierte en excelencia: cada vez un poco mejor.
- Tenga ojos para ver lo que otros no ven: detalles que pueden ser mejorados. Detecte los problemas cuando son pequeños y soluciónelos en ese momento.
- De nada sirve cuidar la calidad de vez en cuando, o en algunos procesos. La calidad es en todo y siempre.
- Armonía en los detalles. Buen gusto. La calidad es bella y lo pequeño es hermoso.
- Calidad en nuestro ser. Calidad en nuestras actividades. Calidad en las cosas.
Decálogo de La Confianza
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- Sentir que se confía en uno es la motivación mayor que tiene el ser humano para hacer las cosas bien.
- La desconfianza genera ansiedad en uno mismo y mueve a la simulación.
- Cuando se fracasa, cuando las cosas salen mal, se necesitan menos fiscales y más abogados defensores; menos regaños y más ayuda.
- Es necesario confiar en la gente; pero al mismo tiempo se debe emprender una acción educativa para que todos sepan qué hacer y por qué hacerlo.
- Además de confiar en los demás, se precisa tener confiabilidad; es decir, ser digno de la confianza de los demás. Se logra haciendo bien el propio trabajo y viviendo con integridad personal.
- Hay que descubrir en los demás lo positivo que tienen, las posibilidades futuras, las capacidades que pueden desarrollar. Para eso conózcalos bien y confíe en ellos.
- Confiar, comprender, disculpar y perdonar: son escalones de un proceso.
- Ser compañeros es estar dispuestos a ayudar, cooperar, compartir, ser solidarios. Ser amigos supone, además, querer lo mejor para el otro y estar con ellos «en las duras y en las maduras».
- Si usted manda sobre alguien, debe lograr que éstos hagan las cosas por convicción, por compromiso personal, como consecuencia de los principios que quieren vivir. Por eso dirigir es educar.
- Cuando alguien defraude su confianza, no piense mal de esa persona. Mantenga la confianza y redoble los procesos de ayuda. Acabará sacando lo mejor del otro.
Decálogo de La Creatividad
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- La creatividad, más que un talento innato de algunas personas, es una consecuencia del trabajo perseverante de los individuos que buscan hacer cada vez mejor su tarea diaria.
- Todo proceso es susceptible de ser mejorado. Cualquier problema puede tener una mejor solución. Este convencimiento es la raíz de la creatividad y la innovación.
- Favorece la creatividad, el hecho de no actuar por esquemas fijos; salirse de la manera habitual de hacer las cosas, buscando modos más eficientes.
- La capacidad de observación –el arte de ver detalles y situaciones que pueden ser mejoradas-, es el inicio de la innovación. Después se deben buscar alternativas de solución; y por último hay que intentar una… y mil veces la que nos parece mejor.
- Escuche mucho y lea mucho. Después ponga la fantasía a volar.
- El aprendizaje requiere curiosidad intelectual. Observe todo y a todos para aprender de cada persona y de cada situación. Hágase preguntas y busque las respuestas.
- Cuando algo le salga bien, procure identificar cuál es la causa del éxito. Tome nota –es importante dejarlo escrito, para los demás-, y aplique la misma receta a otros asuntos.
- No le tenga miedo al fracaso, a quedar mal. Piense por qué no salió como usted esperaba. Corrija y siga adelante, sin importarle «el qué dirán».
- Estudie cómo hacen los demás su tarea; fíjese en aquellos aspectos en que destacan. Pregúntese por qué le salen las cosas bien, e imite algún procedimiento.
- Elimine el lenguaje bloqueador de su vida: “siempre se ha hecho de esa manera”; “así me enseñaron”; “no compensa cambiar”. Este lenguaje constituye el mayor impedimento para la innovación.
Decálogo del Servicio
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- La calidad del servicio que usted presta está directamente relacionada con la motivación que tenga para servir a los demás.
- Cuando se esfuerce por ofrecer un buen servicio, no espere recompensa; hágalo porque servir es uno de sus principios.
- Un buen servicio es aquel que se anticipa a las necesidades de las personas.
- Para ofrecer un buen servicio no es suficiente dominar unas técnicas de relaciones humanas. Se requiere disciplina, sentido del deber, compromiso con los principios… y querer a la gente.
- El servicio no admite vacaciones, ni excepciones: debe ser permanente, con cada persona. El público no existe; existen individuos concretos.
- Póngase en el lugar del otro: qué piensa, qué quiere, cómo se siente. Y pregúntese: ¿qué puedo hacer para ayudar a esta persona?
- Tenga en cuenta que los demás no tienen porque adivinar sus buenas intenciones de servir. Sólo ven su cara: el espíritu de servicio hay que concretarlo en la sonrisa, la mirada amable y los detalles de cortesía.
- Trate de igual manera a sus compañeros de trabajo que a los clientes. Viva el espíritu de servicio con todos y siempre: clientes, proveedores, compañeros, familiares, etc.
- Darse a los demás, sirviendo, produce alegría y crecimiento personal; otorga puntos para la propia carrera laboral; merece el respeto de los otros, y agrada a Dios.
- Cuando sirve a otros, usted vive muchos valores: colaboración, ayuda, buenas maneras, solidaridad, respeto por los demás, calidad, alegría…
Decálogo de La Armonía
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- La armonía es belleza, equilibrio, medida. Está reñida con lo estridente y lo chabacano.
- Armonía es conjunción de actitudes, silencios, matices, palabras, miradas, sentimientos… que reflejan de alguna manera, el bien, la verdad y la belleza.
- La armonía interior del ser humano está en poseer una jerarquía de valores. También debe existir un orden en el amor: primero la familia, los amigos, después los demás. Antes que nadie, Dios.
- La armonía produce paz, seguridad y confianza en uno mismo. Hace al ser humano agradable y amable. Ayuda a la empatía. Produce personalidades atrayentes.
- Una personalidad armónicamente desarrollada es aquella en la que todas las dimensiones humanas están presentes: el cuerpo, el espíritu, la afectividad, la mente y la sociabilidad.
- Armonizar la propia vida es integrar en un proyecto único el desarrollo personal, el familiar y el profesional. Cuando los tres aspectos se integran en una sola realidad, la sinergia produce un resultado espléndido: efectividad y felicidad.
- Existe armonía vital cuando hay equilibrio entre el ser, hacer y tener. Y cuando se cuidan y desarrollan los diversos roles que desempeñamos en la vida: que ninguno de ellos crezca a expensas de los demás.
- Los convencionalismos sociales establecen normas y medidas para el actuar, el hablar, el vestir. Existen dos extremos negativos. Uno consiste en hacer caso omiso de ellos, despreciándolos. Otro sería renunciar ala propia personalidad, al propio estilo.
- El hogar y la oficina –lugares donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo-, deben poseer armonía: colores, aromas, orientación, objetos, decoración…
- Si a la armonía se le añade ritmo y vibración, la vida se convierte en una aventura maravillosa. Si todo ello se pone al servicio de un ideal que valga la pena, entonces la vida es apasionante.
Decálogo de La Autoridad
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- Mandar es una forma de servir a los demás.
- La autoridad que se ejerce sin escuchar a los demás, está cercana al autoritarismo. Además existen bastantes probabilidades de que se equivocarse.
- No se reconoce la autoridad de una persona que no se controla a si mismo.
- Se podría hacer esta distinción: El poder es la capacidad legal de mandar. La autoridad es la capacidad moral de mandar. El poder lo otorgan, la autoridad se gana.
- Sin autoridad cualquier grupo humano se siente desvalido y sin rumbo. Se necesita sentir la autoridad.
- Firmeza en el contenido y delicadeza en la forma. En este equilibrio radica el mando efectivo.
- Quien está al mando nunca debe olvidar que sus colaboradores son seres humanos que tiene preocupaciones, problemas y sentimientos.
- La autoridad se debe ejercer sin arrogancia, pero con firmeza. La falta de autoridad es tan perjudicial como el exceso de la misma.
- Cuando por timidez, indecisión o miedo de molestar, se aplaza una decisión, surge la amargura y sus consecuencias son negativas para todos.
- Entre el autoritarismo y el “dejar hacer”, se encuentra la verdadera autoridad, como una cima entre dos valles.
Decálogo de La Comprensión
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- Comprender es entender una idea o una situación, captar el significado de algo. Para comprender algo o a alguien hay que ponerse en su lugar.
- La Comprensión supone escuchar con animo de entender. Escuchar es asimilar el mensaje de una persona., no sólo oír sus palabras. Si la escucha es empática, se capta además el estado de animo del que habla.
- Comprender no necesariamente significa aceptar. Entiendo a una persona, pero puedo no aceptar su conducta. Las ideas y la conducta se pueden juzgar y rechazar. A las personas, no.
- Cuando existe comprensión es más fácil disculpar, ser compasivo, amable y vivir la tolerancia.
- Ser comprensivo tampoco es ser indiferente: significa respetar a las personas aunque piensen distinto que uno. Y discrepar de las ideas, con razones, sin atacar a nadie.
- Hay personas que sólo ven lo negativo, sin considerar que cualquier suceso o persona poseen una cantidad enorme de aspectos positivos.
- Exigente con uno mismo y comprensivo con los demás. Lo contrario dificulta las relaciones interpersonales.
- La persona poco comprensiva con los demás no suele conocerse bien. No es cociente de sus propios errores. El conocimiento de las propias limitaciones, ayuda a comprender a los demás.
- Debe existir un esfuerzo real por escuchar y comprender a todos. Y esta tarea debe ir acompañada de otra no menos necesaria: hacerse entender por todos.
- Escuchar con empatía y hablar con asertividad: he aquí la clave de una buena relación interpersonal.